viernes, 29 de agosto de 2014

Ustedes son verdaderos alaskeños (You are real alaskans)


Que somos qué? Eso es bueno o malo? No entendíamos muy bien de que se trataba lo que Garth nos estaba diciendo hasta que ahondamos un poco más en el motivo de su afirmación.


Todo empezó cuando estábamos en la playa de Santa Clara, en el Pacífico panameño. Garth vio la Kangooneta y se acercó a conversar. “Yo vivo en Alaska” fue lo primero que nos dijo y así comenzó nuestra fugaz amistad, como suelen ser las nuevas amistades del viaje. Breves pero intensas, se vive mucho en muy poco tiempo, se convive la mayoría de las veces y después, inevitablemente, hay que  despedirse. 

A nosotros siempre nos gustan este tipo de contactos. Gente nueva que constantemente nos aporta algo, aunque sea simplemente una charla, un intercambio de ideas, un aprendizaje. Pero en este caso creemos que Garth nos necesitaba mas que nosotros a él, y la ecuación cerró perfectamente.

Garth decía: No photos of my "panza" on Facebook!
Es de Carlifornia pero vive en Alaska hace unos cuantos años y estaba en Panamá, medio de vacaciones, medio dándole una mano a un amigo que instalaba un nuevo negocio: plantaciones de lechugas hidropónicas. La cuestión fue que su amigo, al que él estaba ayudando, se había ido de viaje y lo había dejado solo, lidiando con un montón de problemas ajenos, pero eso sí, en una mini mansión de cuatro habitaciones con parque y piscina. Y ahí entramos nosotros.
Garth nos dijo que tenía mucho lugar y que podíamos quedarnos en la casa cuanto quisiéramos. Obviamente dijimos que sí y durante la primera tarde de convivencia nos arrepentimos un poco. El pobre necesitaba desahogarse de lo mal que la estaba pasando y no paraba de tirar pálidas, pero era demasiado gracioso cuando hablaba y entonces, en lugar de intentar darle algún consejo, no podíamos evitar reírnos.
El segundo día la cosa fue cambiando y se empezó a relajar un poco. Entre charla y charla nos contaba cómo era vivir en Alaska. No lo hacía parecer difícil, pero lo que quiso dejar en claro es que allí, si no te preparás bien, no la contás.
En el verano hay que pescar todo lo que se puede y ahumar el pescado para que dure, cosechar frutos rojos y hacer mucha mermelada, cortar leña y guardarla bien guardada, entre muchas otras cosas
También nosotros le contábamos de nuestro viaje y se asombraba con cada una de las historias y con nuestro progreso viviendo en la Kangooneta. No podía creer como dormíamos ahí con el calor, el “ventilador” que tenemos, la ducha, el tarrito para hacer pipí . Lo que para nosotros ya es normal, él lo veía como una hazaña, una gran habilidad para adaptarse al cambio.
Y allí fue cuando nos dijo: “Ustedes son verdaderos alaskeños! Ustedes están dispuestos a hacer lo que sea necesario para sobrevivir, y eso es lo que hace un alaskeño”. También nos dijo que éramos las personas mas normales que había conocido en Panamá. Es paradójico porque generalmente todos nos dicen que estamos locos.
La idea nos quedó dando vueltas y nos pusimos a pensar si era para tanto. Por el momento creemos que no, pero nos gusta la idea de poder llegar a adquirir esa capacidad. Porque nos han hecho creer que se necesitan tantas cosas de las que hace más de un año prescindimos, que ya nos sentimos un poquito alaskeños, aunque nos falte mucho para llegar. 

5 comentarios:

  1. Que linda historia, deja mucho por reflexionar, de lo q uno realmente hace a diario para poder sobrevivir, creo que todos llevamos al de "Alaskeños" en nuestro interior...

    ResponderEliminar

Dejanos tus comentarios acá!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...