domingo, 5 de abril de 2015

Una experiencia renolera

Hola! Soy la Kangooneta y hoy, por segunda vez en todo el viaje, me apoderé del blog (la primera fue esta). Me gusta esto y creo que debería hacerlo más seguido.
En esta oportunidad quiero contarles una experiencia que vivimos hace poco en la Ciudad de México, una ciudad que me gusta, aunque es muy grande y los chicos me dejan descansar y se van a pasear caminando o en transporte público. Hace ya dos meses que estamos acá, y la verdad es que estoy extrañando viajar. Sé que falta muy poco para volver a las rutas y estoy con mucha ansiedad. Debería ir al psicólogo?


No me quiero olvidar de contarles que llegando a esta ciudad estuve de cumpleaños! Mi cuentakilómetros marcó los 150 mil. Mientras Gaby manejaba, Flor me sacó fotos y grabó.

Feliz cumpleaños a mi!!!
Estuvo buenísimo que quede registrado ese momento histórico, aunque creo que no lo disfrutaron mucho porque estaban bastante nerviosos por la entrada a la ciudad, una de las más grandes del mundo, con más de 20 millones de habitantes. Unos viajeros les habían dicho que sin GPS iba a ser muy difícil no perderse en la ciudad, pero al fin y al cabo, llegamos perfecto a la casa de nuestros amigos Guille y Andre. Y a pesar de que tuve que subirme a una autopista después de mucho tiempo, quiero que sepan que no me olvido de mis pasos por la General Paz y que sigo siendo ágil en las grandes ciudades, igual que en cualquier camino.

Hace unas semanas me tocó ir al doctor, pero no porque estaba mal, sino por prevención. Pronto vamos a recorrer Estados Unidos y Canadá y allí no hay autos como yo, ni siquiera hay Renault. Entonces me hicieron unas cuantas cosas. Los chicos quieren asegurarse de que no me pase nada. Ya tengo 9 años pero aparento menos. La gente no cree que soy tan viejita cuando me ve, y es porque los chicos me cuidan, me mantienen limpita (bueno, a veces) y me manejan cuidadosamente.
En el taller me revisaron completita. Me pusieron zapatos nuevos, amortiguadores y me cambiaron algunas piezas del tren delantero. Del corazón ando perfecta, sueno como un violín. Fue una linda experiencia y me sentí muy mimada.



También me cambiaron el aceite en el taller de Jorge Casso, donde se especializan en arreglar el Clio, que tiene el mismo motor que yo. Además, tengo varilla nueva para medir el aceite! Desde Bolivia que no tenía y usaban un precinto, pero ahora se acabó el problema! 


En esta gran ciudad también estuve rodeada de nuevos amigos y de muchos parientes! 
Apenas llegamos a la ciudad fuimos a un encuentro con los amigos del Auto Club Renault México. Para eso me prepararon con todo, me lavaron y me pasaron cera. Estaba radiante!


Los chicos se reunieron con los fanáticos y les contaron mis hazañas mientras desayunaban. Mientras tanto yo me quedé charlando en el estacionamiento con mis parientes. Me gusta hacer nuevos amigos en el viaje, y más me gusta que sean de mi misma familia.  Me da mucha esperanza saber que hay otros como yo, más viejos y que se mantienen tan bien. Eso es porque los cuidan mucho y les dan amor, igual que a mí. Tengo ganas de quedarme muchos años más acompañándolos, así sea si quieren seguir viajando o si se quieren quedar a vivir en algún lugar.





También participé de un evento al que fueron más de 15 mil personas! Se trató de Renault Freres (Hermanos Renault), también en la ciudad de México. Justo coincidía que estábamos en la ciudad y nos invitaron a participar.  Menos mal que los chicos dijeron que sí, porque yo me moría de ganas de ir! Me prepararon un stand solo para mí, con fotos mías en tamaño gigante para que todos vean los lugares en los que había estado. También había un mapa, en el que los chicos dibujaron el recorrido y le iban contando a la gente todas las historias del viaje. Todos se sacaban fotos conmigo y me sentí  como si fuera la reina del evento!





Había muchísimos parientes! A la mayoría no los conocía, porque en Argentina no hubo tantos modelos como en México! Todos estábamos impecablemente limpitos, aunque yo me moría de ganas de ir a probar la pista off-road para pasar por la tierra y el agua! Gaby estaba de mi lado y quería llevarme. Lo escuché insistirle a Flor pero ella no quería. Le decía que cuando termine el evento, pero obvio que terminó y no fui, y por lo que escuché, me quieren cuidar mucho y quieren tratar de evitar los caminos de tierra a partir de ahora. Sé que es lo mejor para mí, pero es que me gustan tanto los caminos de aventura!  Yo tendría que haber nacido 4x4, aunque no me puedo quejar. Tengo mucha más aventura que muchos 4x4 que solo los usan para ir al supermercado y al trabajo en la ciudad. Con Gaby estuvimos cuchicheando en secreto y ya la vamos a convencer  a Flor de mandarnos por caminos divertidos, pero no le cuenten nada! 


En este evento me enteré que tengo parientes que ni conocía, como la Estafette 800!





Me engañó con un auto eléctrico!






Y ahora otro secretito! Estoy tan feliz que lo tengo que compartir con alguien. Los chicos de verdad me quieren. Ya lo sabía, pero con este evento lo terminé de recontra confirmar. En la exposición los escuché hablar, en los pocos minutos en los que los dejaban solos, y decían que no podían creer los autos hermosos que había. Pero lo que me puso más feliz fue escucharla a Flor decir que si ya le gustaban los autos del rombo, con esta expo, nos habíamos terminado de ganar su corazón. Tenía ganas de correr a abrazarla, pero bueno, a veces me cuesta controlar mi peso y creo que la iba a aplastar un poquito.

Los dos días que duró el evento tuvieron su mejor parte al final de la tarde. Me subieron al escenario central y los chicos contaron la historia del viaje a la gente que estaba ahí. Los tres estábamos un poco nerviosos, pero después de empezar nos relajamos y todo fluyó. Al final de la charla todos venían a sacarse fotos conmigo y me sentí verdaderamente una estrella! Creo que ya lo dije, no? Estoy un poco entusiasmada!

Gracias a Joel de Auto Club Renault México por la foto!

Cuando ya nos estábamos por ir tuve la oportunidad de sacarme una foto con dos de mis parientes más cercanos: Un Renault 4L (con el que los chicos quieren viajar cuando sean más grandes) y una camioneta Renault 4F, a la que le tuve que dar arranque porque se había quedado sin batería. 
Me encantó poder ayudar a una de mis antecesoras, y devolverle un poquito por todo lo que hizo para que hoy sea quien soy.




Espero que les haya gustado mi relato y que me cuenten si quieren que escriba más seguido.

Antes de despedirnos, queremos agradecer a los que hicieron esto posible: a la gente de Renault México (Marketing, Publicidad y Comunicación), a los clubes de autos, a la gente de organización (Dinámica Creativa) y a los que me mantuvieron brillante (Autocontrol).
Y gracias a todos los que nos estuvieron visitando!!

Les mando un abrazo Renolero a todos!!!

Les dejo algunas fotos más, para los fanáticos!

En México mis hermanas son Taxis preparados para subir personas con silla de ruedas. Soy Taxi incluyente!











5 comentarios:

  1. Qué linda historia Kangooneta!!!! Tenés que escribir más seguido, todos queremos conocer tu punto de vista de este viaje. Saludos a los tres.

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  2. No te la puedo creer, voy a tener que ir para que conozcan una TRAFIC! Un abrazo de alguien que les esta por seguir las huellas. Saludos!

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  3. Desde aquella Expo los sigo y admiro. Por favor pasen el contacto del mecánico experto en clio, lo agradezco

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  4. Hola kango pues me encanto tu historia y ojalá puedas seguir compartiéndonos tus aventuras te mando un carińo grande y saludos a Flor y Gabo y nada mas un comentario en la foto de tu cuenta kilómetros tu tperatura no era la adecuada ojalá y ya te la hallan repardo!!!!��

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  5. Que linda historia !!! Quiero una kangoo como la de ustedes !!! Y por supuesto viajar !!! Jaja

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