En la entrada anterior les contamos acerca de nuestra
primera semana en el Caribe Sur de Costa Rica.
Desde que seguimos viaje por
ese país, estuvimos moviéndonos bastante, visitando muchos lugares en poco
tiempo.
No conseguíamos lugares demasiado cómodos para instalarnos,
por lo que avanzábamos todos los días. Además, este país nos resultó muy
caro: La gasolina, la comida en los mercados o “sodas”, el supermercado, frutas
y verduras, parques nacionales, todo! Por suerte ya lo sabíamos y teníamos algunas
provisiones desde Panamá.
Vamos a intentar resumir todo lo que hicimos día a día:
Día 1: Punta Uva - Orosi
Viajamos rumbo a Orosi. Llegamos por la tarde con una lluvia
torrencial. Pedimos permiso a la policía para dormir frente a ellos, en la
plaza principal.
Iglesia de Orosi |
Día 2: Orosi – Ujarrás – Volcán Irazú
Amaneció un poco mejor y visitamos la iglesia de Orosi,
construida en 1767, una de las más antiguas del país, declarada Patrimonio
Nacional y Monumento Nacional. Nos llamó la atención que la plaza principal en
realidad es una cancha de fútbol.
Plaza principal convertida en cancha de fútbol! |
Seguimos viaje rumbo a Cachí, rodeando el lago que es en
realidad artificial, creado por una represa hidroeléctrica.
Visitamos las Ruinas de Ujarrás, los restos de la primera
iglesia construida en Costa Rica en el Siglo XVII. Atenti porque la entrada es
gratis, una de las pocas cosas gratis en este país, y hay mesitas bajo los
árboles para hacer picnic.
Ruinas de Ujarrás -Entrada gratis - |
El picnic nosotros lo hicimos en el mirador de Ujarrás, a
unos pocos kilómetros de las ruinas. La entrada también es gratis y acá además
hay parrillas. Si hubiéramos sabido antes pasábamos por el supermercado para comprar
carne y prender un fueguito.
Mirador de Ujarrás con parrillas - Entrada gratis |
En el camino vimos un cartelito de una finca cafetera
orgánica y no pudimos evitar parar. Por esa zona lo único que se ven son cafetales!
Próxima parada: Volcán Irazú. Llegamos media hora antes del
cierre del Parque Nacional. La entrada costaba 10 dólares cada uno, así que
decidimos dormir allí (a 3400 msmn) e ingresar al día siguiente. Estaba soleado
todavía y nos desviamos para ir a ver el Volcán Turrialba. No hicimos caso a
las indicaciones del guardia y seguimos más de lo debido. El camino era para
4x4 y nos encajamos a la vuelta porque era en subida. Por suerte, logramos
salir mucho antes de que sea de noche.
Nos quedamos con la Kangooneta... |
Volcán Turrialba |
Esa noche, para dormir, tuvimos que sacar del fondo del “placard”
las medias de lana y las bolsas de dormir porque hacía 3 grados!
Cráter del Volcán Irazú |
Día 3: Volcán Irazú – Macizo de la Muerte - Bahía Ballena
Nos levantamos a las 6 am para ver el amanecer detrás del
Volcán Turrialba. No tuvo mucho sentido porque estaba nublado y lloviznando. No
se nos pasaba el frío y decidimos empezar a bajar otra vez. Viajamos a través
del Macizo de la Muerte, un camino de menos de 200 km que hicimos en 6 horas
para llegar al Océano Pacífico, más precisamente a Uvita, donde está el Parque
Nacional Bahía Ballena. Teníamos ganas de encontrar viajeros, de compartir con
los nuestros. Era más fácil en este lugar porque la mayoría cruza la frontera
por la Panamericana. Un ratito mas tarde nos encontramos con Noelia y Marcos,
de América con el Alma. Llovía y no parecía que fuera a parar. Pedimos permiso
para pasar la noche en la estación de servicio del pueblo, que tenía ducha y se
podía usar. Fue una lástima que nosotros ya nos habíamos bañado con la
Kangooducha bajo la lluvia. Había sido un garrón pero era necesario. Cenamos
unas pastas con salsa casera y charlamos mucho!
Kangooducha a orilla del mar |
Día 4: Bahía Ballena – Manuel Antonio
Amaneció soleado y nos fuimos a desayunar a Playa Hermosa, a
tan solo unos kilómetros de donde dormimos. Los chicos tenían dulce de leche y
lo compartieron con nosotros! Fue la gloria!!! Seguimos viaje rumbo a Manuel
Antonio, donde queda el Parque Nacional con el mismo nombre, el más visitado de
Costa Rica. Queríamos ver de qué se trataba. Era sábado y al día siguiente era
el Día de los Parques Nacionales, por lo que la entrada a éste y a todos los
parques sería gratuita. Hicimos día de playa, osea nada.
Día 5: Manuel Antonio
Lluvia. Llovizna en realidad. Se nota que es la temporada de
invierno? Noelia y Marcos arrancaron temprano para el parque y nosotros nos
quedamos esperando a ver si paraba de llover. Nos despedimos ya que ellos
querían aprovechar para visitar otro parque en el mismo día (en Argentina sería
impensado ir a dos parques nacionales en el mismo día, pero acá las distancias
son tan cortas que hasta creo que se podría ir a varios). Volvimos a
encontrarnos cuando nosotros entrábamos al parque ya que ellos iban de salida.
Lo recorrimos de punta a punta, por todos los senderos disponibles. Selva y
playa todo junto. Verde y azul, azul y verde todo el tiempo. Vimos monos
cariblancos capuchinos sacándose piojitos, mapaches ladrones e iguanas tomando
sol. El día mejoró y pasamos la tarde en la playa de agua celeste sin olas,
disfrutando de la sombra de los árboles en la arena. Porque no es así en
Argentina? Terminamos la noche charlando con un loco que tenía un tema con el
cielo. Siempre veía luces, meteoritos, estrellas fugaces y platos voladores.
Día 6: Manuel Antonio – San José
Fuimos a San José, la capital de Costa Rica. Habíamos
pensado en no ir, pero era la Feria del Libro y quisimos ir a probar suerte
para vender allí nuestros libros.
En el camino pasamos por “el puente de los cocodrilos”. Desde
el puente sobre el río se los puede ver tomando sol muy tranquilos. Nos
contaron que son introducidos y están haciendo desastres.
Cocodrilos |
Pagamos un montón de peajes por una carretera de montaña de
un solo carril en donde los camiones trababan el tránsito todo el tiempo. Llegamos
y dimos con los organizadores muy fácilmente. Nos dijeron que lo veían
complicado pero que volviéramos al día siguiente. Nos ilusionamos. Si el “NO”
no era rotundo teníamos altas chances. Dormimos en el predio de la feria, con
seguridad toda la noche, muy tranquilos.
Día 7: San José – Ciudad Colón
Visitamos el Mercado Central, que es muy turístico, y el
Mercado Borbón, donde probamos las comidas típicas: Gallo Pinto (arroz frito
con frijoles, carne y ensalada) y el Casado (arroz, frijoles, carne y
ensalada). También nos aprovisionamos con frutas y verduras para toda la
semana, asumiendo que la respuesta de los organizadores iba a ser positiva.
Pero no lo fue. Y no era nada descabellado. Esa misma mañana pensábamos que lo
que estábamos pidiendo era una locura, pero teníamos que intentarlo.
Así que
nos fuimos a visitar a Mariano, amigo de un amigo, y a través de quien
conocimos a Guille en Punta Uva. También argentino, vive en Costa Rica hace 18
años. Allí formó familia y se quedó. Su hijo, ya adolescente, es tico. Mariano,
en cambio, desayuna pan con dulce de leche todas las mañanas y escucha radio
argentina por internet. Artista, pintor, no puede evitar plasmar en sus cuadros
la nostalgia de su infancia. Gracias Mariano por la mejor ducha con agua
caliente en mucho tiempo!
Almuerzo de mercado: Gallo pinto y Casado |
Día 8: Ciudad Colón – Volcán Poás - Venecia
Salimos temprano con rumbo al Volcán Poás. Al llegar a la
entrada preguntamos si se veía el cráter, no fuera a ser cosa que paguemos la
entrada para no ver nada. Nos dijeron: se ve parcialmente. Dudamos pero decidimos
entrar. Se veía perfecto! El cráter con su laguna y la fumarola constante,
signo de que está activo. Escuchamos a un chico, que evidentemente era de allí
y había ido en más de una oportunidad, decir: Nunca lo había visto así! No
podíamos creer nuestra suerte! Esperamos a que se fuera la gente (en la medida
de lo posible) para disfrutar solos del lugar, sacamos fotos y nos fuimos a
caminar por un sendero, el más largo del parque que pasa por una laguna.
Estaba lleno de ardillas y un chico dándoles galletitas. Me mordía la lengua evitando decirle algo, hasta que no aguanté y le dije todo, pero bien (creo, Gaby dice que lo dije bien). Me respondió: Apoyo lo que dices, pero me gusta darles de comer. Si no fuera porque minutos más tarde se largó un diluvio que nos empapó (estábamos en la mitad del sendero y no podíamos evitarlo) hubiera ido a hacer la queja a las oficinas de la Administración. Con lo que cobran de entrada, podría haber una persona controlando, porque por más que llenen el parque de carteles, se que ese muchacho no era el único que alimentaba a las ardillas.
Cráter del Volcán Poás |
Estaba lleno de ardillas y un chico dándoles galletitas. Me mordía la lengua evitando decirle algo, hasta que no aguanté y le dije todo, pero bien (creo, Gaby dice que lo dije bien). Me respondió: Apoyo lo que dices, pero me gusta darles de comer. Si no fuera porque minutos más tarde se largó un diluvio que nos empapó (estábamos en la mitad del sendero y no podíamos evitarlo) hubiera ido a hacer la queja a las oficinas de la Administración. Con lo que cobran de entrada, podría haber una persona controlando, porque por más que llenen el parque de carteles, se que ese muchacho no era el único que alimentaba a las ardillas.
Ardilla mordelona |
Al llegar a la Kangooneta nos pusimos ropa seca y aún así
seguíamos teniendo frío. Nos preparamos un almuerzo calentito y continuamos
viaje. Pasamos por las Cascadas La Paz. Desde la ruta solo se ve el último de
tres saltos. Un señor que habíamos conocido nos había recomendado ir al
complejo de La Paz para ver las otras 2 cascadas. Grande fue nuestra sorpresa
cuando nos dijeron que la entrada costaba 50 dólares por persona, pero incluía
el almuerzo!
El camino era pura curva y contracurva. Estábamos cansados y
pedimos permiso para dormir en una estación de servicio en el pueblo de
Venecia.
Día 9: Venecia – Lago Arenal
Gran ducha en la estación de servicio y ruta otra vez. Ahora
con destino Volcán Arenal. La ropa del día anterior no se había alcanzado a
secar. Esta temporada de lluvias es un desastre. El volcán estaba cubierto por
nubes y decidimos no entrar al parque nacional. Seguimos con rumbo al Lago
Arenal, con vistas muy lindas desde la ruta, pero con pocos lugares de acceso
público al lago. Todos los terrenos son privados. La mayoría son condominios
cerrados. Los propietarios son en gran parte gringos. Es como si se hubieran
apoderado de Costa Rica. Todo está preparado para ellos. Los carteles en
inglés. Los precios expresados en dólares. Todo.
Todos los caminos conducen a Florencia |
Vimos un cartel que indicaba: Zona de picnic frente al lago
gratis. Obvio que fuimos. El camino estaba bastante malo y dejamos la
Kangooneta ahí nomás de la ruta. Bajamos caminando hasta la orilla y se largó
una lluvia torrencial otra vez. Caminamos de regreso al auto. No solo teníamos
la ropa del día anterior mojada, sino que ahora le sumábamos una nueva muda.
Todo mal. Mal humor mío, Gaby que me saca una sonrisa. Mates con pan con
mantequilla de maní (nos hicimos adictos).
Estábamos a punto de rendirnos y
alejarnos del lago, pero un último intento nos llevó al lugar más maravilloso:
Al Hotel Puerto San Luis, donde preguntamos si era seguro dormir a orillas del
lago, fuera del predio del hotel. Nos ofrecieron quedarnos dentro para estar
mas tranquilos. Y así pudimos disfrutar de un atardecer en paz…
Lago Arenal |
Lago Arenal |
Día 10: Lago Arenal – Nosara
Viajamos hacia Nosara, en la Península de Nicoya, donde
parte del camino es de ripio y con bastante barro. Por suerte en esa parte del
país, las lluvias no están siendo tan fuertes, sino no pasábamos. Caímos en una
playa de surfers, donde tomamos mates en la playa y empezamos a sentir
verdaderamente el calor. En el Caribe Sur y en el Pacífico Sur no hace tanto
calor en las playas. Por la noche se puso más fresco por suerte y dormimos muy
bien en la puerta de la policía.
Playa Pelada, lleno de surfers y perritos hermosos como este |
Día 11: Nosara – Tamarindo
Llegamos a Playa Ostional, refugio de tortugas, totalmente
fuera de tiempo. La “arribada” masiva (miles) de tortugas desovando en la playa
había sido una semana antes. Y unos pocos días antes, también los nacimientos
de muchas tortuguitas.
Podíamos quedarnos pero en esos días salen muy pocas y
solo en la noche por lo que teníamos altas chances de no verlas. Aprendimos que
las arribadas duran mas o menos 5 días y que las tortugas que llegan en los
últimos desentierran los huevos de las primeras para poner los suyos. Los
primeros nunca nacerían, por lo que Parques Nacionales permite a los pobladores
retirar para consumo y venta los huevos de las primeras 72 hs de arribada. Esto
además de evitar que se pierdan los huevos, ayuda a la economía local. No nos
animamos a probarlos. Seguimos camino a Tamarindo. (Y para los fanáticos del
Chavo del Ocho, les contamos que no sabemos donde estábamos porque se parecía a
Jamaica y sabía a Limón). Allí encontramos un lugar perfecto para estar con la
Kangooneta a la orilla del mar y disfrutar de la playa. No así para dormir
porque el lugar quedaba demasiado solo y oscuro. Para dormir hablamos con el
guardia de un edificio y nos permitió quedarnos en el estacionamiento.
Llegamos tarde para los nacimientos de tortugas |
Día 12: Tamarindo
Día de playa. Nadar en el mar, caminar, leer y escribir. Al
atardecer nos fuimos a pasar la noche al mismo lugar que el día anterior.
Atardecer en Tamarindo |
Día 13: Tamarindo
Idem día anterior! Para dormir nos daba vergüenza volver al
mismo lugar, por lo que cambiamos de estacionamiento y otra vez pidiendo
permiso al guardia. Como le sonreíamos tanto no pudo decirnos que no. Tenía
cara de buena gente pero se notaba que no estaba muy seguro de lo que le
estábamos pidiendo. Después de la cena nos dimos el gustito y nos compramos un
helado (no imaginen un cucurucho de heladería artesanal, sino un simple helado
de palito industrial). Le invitamos uno al señor y con ese simple gesto, le
cambió la cara. Nos ofreció el baño y todo. Gracias Walter!
Día 14: Tamarindo – Playa Conchal
Momentos culminantes en Costa Rica. Playa Conchal fue la mas
linda que visitamos. Casi toda la arena está cubierta por caracoles.
El agua es celestísima, transparentísima, hermosísima. No tardamos nada es hacer snorkel cerca de las piedras para ver muchos peces de colores.
Hacía tanto calor que no podíamos salir del agua. Habíamos pensado en cruzar a Nicaragua al día siguiente, pero nos había gustado tanto el lugar que quisimos quedarnos un día más. Hay un mega hotel sobre la playa y otra vez a pedir permiso para dormir allí. La respuesta fue positiva y con buenísima onda. Llegando la tarde se empezó a nublar, hasta que de golpe una lluvia torrencial nos cayó literalmente del cielo. Hacía tanto calor que la disfrutamos demasiado y una vez pasada la tormenta, al atardecer, podía verse el cielo partido en 2. Era como una línea perfecta que dividía: A la derecha la puesta de sol hermosa con muchos colores y a la izquierda el cielo negro con rayos y relámpagos. Fue mágico.
El agua es celestísima, transparentísima, hermosísima. No tardamos nada es hacer snorkel cerca de las piedras para ver muchos peces de colores.
Hacía tanto calor que no podíamos salir del agua. Habíamos pensado en cruzar a Nicaragua al día siguiente, pero nos había gustado tanto el lugar que quisimos quedarnos un día más. Hay un mega hotel sobre la playa y otra vez a pedir permiso para dormir allí. La respuesta fue positiva y con buenísima onda. Llegando la tarde se empezó a nublar, hasta que de golpe una lluvia torrencial nos cayó literalmente del cielo. Hacía tanto calor que la disfrutamos demasiado y una vez pasada la tormenta, al atardecer, podía verse el cielo partido en 2. Era como una línea perfecta que dividía: A la derecha la puesta de sol hermosa con muchos colores y a la izquierda el cielo negro con rayos y relámpagos. Fue mágico.
Día 15: Playa Conchal
Temprano nos fuimos a Brasilito, el pueblo más cercano, a
buscar hielo para combatir el calor con agua fresca y algunas frutas y
verduras. El plan de día de playa se aguó muy temprano, ya que una tormenta
llegó para quedarse. Igual lo disfrutamos y al día siguiente sí o sí,
cruzaríamos una nueva frontera.
Compañero de playa |
Día 16: Playa Conchal – Peñas Blancas (frontera con
Nicaragua)
Arrancamos la mañana temprano. Temprano es 6 am. Nos metimos
al mar, nadamos un rato, nos bañamos con la Kangooducha, desayunamos y partimos
rumbo a la frontera. Después de 3 horas de trámites caros y mucha burocracia,
entrábamos a NICARAGUA, nuestro país número 13. Que te parece?
que hermoso lugar!
ResponderEliminarque hermosas fotos! me mata la de todos los caminos conducen a flor jeje
Los quiero chicos!
Besos
Hermoso,me hisiron disfrutar costa rica,la foto del volcan es un cuadro, uana obra de arte.besos
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