Viajando fuimos aprendiendo que podemos prescindir de muchas
cosas, que podemos vivir con mucho menos de lo que pensábamos, que podemos
comer rico, sano y barato, y hasta que podemos vivir en un auto. Pero hay algo muy
importante que es mejor tener para no usar, y estamos hablando de un SEGURO MÉDICO.
En algunos países, como Argentina, Ecuador o Venezuela, la
salud puede ser gratuita y en caso de que te pase algo, te van a atender. Tal
vez no sea en un hospital que parece un hotel, pero vas a estar bien. Pero en
otros, como en Estados Unidos, país que visitaremos pronto, se sabe que la
salud es muy cara y hasta nos han contado historias de personas que han tenido
que hipotecar sus casas para pagar una cirugía.
Tener un seguro médico que te cuide en caso de emergencias,
puede cambiarte la vida. Y es por eso que recomendamos contratar uno cuando
vayas a viajar.
Hace unos días, cuando íbamos de Guanajuato a San Miguel de
Allende, en el centro de México, para variar, nos equivocamos de camino. Como
no tenemos GPS y los carteles no eran de lo mejor, seguimos recto cuando
tendríamos que haber tomado la ruta de la izquierda en una bifurcación. A los
pocos kilómetros nos dimos cuenta y pegamos la vuelta. A los dos minutos de
avanzar por el camino correcto, tuvimos que detenernos. Había habido un
accidente, uno que tal vez nos podría haber afectado si hubiéramos tomado el
camino correcto. Como siempre decimos, todo pasa por algo, y nosotros ese día nos teníamos que equivocar de camino y evitar que algo malo sucediera.
Sabemos que un accidente es justamente eso, un accidente,
pero que hay muchas maneras de prevenirlos, las hay. A lo largo del viaje,
hemos visto varios accidentes en la ruta. Y todo esto nos hace tomar conciencia
de la importancia de viajar de día, de hacerlo a una velocidad tranquila, de
respetar las normas de tránsito, de usar el cinturón de seguridad tanto los que
van adelante como los que van detrás, entre muchos otros.
También nos pasa que muchas veces nos recomiendan tirarnos
en paracaídas, hacer rappel y todo tipo de deportes extremos. Además de estar
buenísimas, son costosas. Estas
actividades tienen una gran cuota de riesgo, y nosotros elegimos no hacerlas
para cuidarnos, porque cualquier cosa que pudiera llegar a pasarnos podría
arruinarnos el viaje. Parecemos unos abuelitos, no?
Hay muchas otras en las que el cuerpo nos juega una mala
pasada. Puede ser por exceso de picante, como le pasó a Gaby hace unos días (y
bueno, estamos en México!), o simplemente porque sí. No siempre es necesario
recurrir al médico y la mayoría se curan con algunos días de reposo y dieta.
Nosotros contamos con la ayuda de “Asegura tu Viaje”,
quienes tienen una gran oferta de seguros de acuerdo a la necesidad de cada
viajero. Cuando llamamos para averiguar por el seguro nos contaron qué opciones
teníamos y nos explicaron con detalles las mejores para nosotros. Nahuel Muñoz
estuvo pendiente todo el tiempo y nos sacó todas las dudas que pudiéramos
tener.
Así que ya saben, si van a viajar, les recomendamos que
cuenten con un seguro médico para cualquier emergencia. Lo más probable es que
no lo necesiten.
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