Cerca de Ciudad de México está el Santuario
de Mariposas Monarcas, las únicas mariposas viajeras que existen, y como nos
encanta conocer viajeros, hacia allá fuimos!
Viajan todos los años desde Canadá
escapando del frío, y llegan a México en noviembre, para el Día de Muertos.
Las mariposas representan el alma de los que ya no están y no es casualidad que esto suceda en un país donde este día es uno de los más importantes del año.
Las mariposas representan el alma de los que ya no están y no es casualidad que esto suceda en un país donde este día es uno de los más importantes del año.
“Es posible que sean ángeles. Los antiguos aztecas las
llamaban Alma de Muertos o Papalotl. Cuando se ofrecían voluntariamente al
sacrificio y les arrancaban el corazón, pensaban que entraban en el Reino del
Sol, donde sus almas se convertirían en mariposas. Los guerreros que morían
luchando también esperaban pasar la eternidad convertidos en mariposas”.
"El país de las
mariposas", Nerea Riesco
Desde noviembre hasta marzo es la época en
que se las puede ir a buscar, a cualquiera de los distintos Santuarios que hay
en los estados de Michoacán o México. Nosotros fuimos a uno que se llama Piedra
Herrada, y queda en el estado de México a 30 kilómetros de Valle de Bravo.
El costo de la entrada es de $ 50 (U$S 3,5)
e incluye el acompañamiento de un guía que te lleva hasta donde están las
mariposas y te va explicando a medida que se avanza en el recorrido. Se puede
caminar hasta el santuario o alquilar un caballo ($ 150 por persona). Como el
camino es en subida, nadie quiere hacerlo caminando, ni siquiera los guías!
Pero no fue tan terrible. Nos dijeron que iban a ser 2 kilómetros pero creemos
que fue menos.
No te dejan ir solos por la simple razón de
que las mariposas no están siempre en el mismo lugar. No es un zoológico, están
libres, y por eso se van moviendo constantemente. El paisaje en el que se
encuentran son bosques de pinos y según la época del año o si hay sol o no, se
van trasladando. Los guías suben a buscarlas todas las mañanas y se van pasando
el dato. De esta manera es mucho más fácil para los visitantes.
Si llegas a estar en México entre noviembre
y marzo, te diríamos que es un espectáculo que no te podés perder. De ser
posible, intentá no ir durante el fin de semana (porque van más de 3 mil
personas), pero si no te queda otra, andá igual!
Como les contamos, las Mariposas Monarcas
nacen en Canadá y emigran hacia México escapando del frío. No sabemos con
exactitud cuánto tiempo tardan en su largo vuelo, lo que sí sabemos es que
inician su viaje super alimentadas, ya que en todo el trayecto y en México no
existe la planta de la cual se nutren. En los santuarios hay unas flores de las
cuales toman un néctar que les permite sobrevivir, pero no sería suficiente si
no trajeran reservas desde el norte.
Cuando llega febrero empieza la época de reproducción.
Los machos comienzan a conquistar a las hembras emanando una especie de perfume
y si ellas quieren dejarse seducir, se quedan quietas mientras ellos les
revolotean encima. Cada macho puede fecundar hasta 5 mariposas y luego de eso,
indefectiblemente muere. Las hembras cargan más de 300 huevos, los que llevarán
de regreso a la frontera de Estados Unidos con Canadá, para volver a iniciar el
ciclo al año siguiente.
“El bosque comenzó a cerrarse. Las densas ramas se
entrecruzaban las unas con las otras sin que apenas dejaran pasar la luz del
sol, hasta que llegó un momento en el que tuvieron que desmontar para poder
seguir avanzando, porque la frondosidad de los árboles les impedía continuar en
los caballos. La certidumbre de que ellos eran las dos únicas personas que
había a un par de leguas de distancia comenzó a avivar la inquietud de Mariana.
Un cosquilleo se apoderó de su estómago y la volvió vulnerable. Por fortuna, el
bosque se abrió de pronto, dejando que el sol entrara fuerte y brillante, y se
encontró en medio de una explanada con hierbas y flores, rodeada de árboles
gigantescos de los que pendían unos extraños frutos. Miguel señalaba las ramas
que colgaban rendidas a causa del peso desproporcionado de algo que parecían
hojas de color naranja. De pronto, las hojas comenzaron a moverse lentamente.
Mariana no podía creer lo que estaba viendo. Lo que hacía que las ramas se
arrastrasen por el suelo era el peso de miles de mariposas anaranjadas grandes
como puños. Como si hubieran estado aguardando su presencia para iniciar el
espectáculo, abrieron y cerraron sus alas llenando el cielo de innumerables
puntos volátiles. Estaban por todas partes.”
"El país de las
mariposas", Nerea Riesco
Cuando llegamos al lugar donde estaban, no
podíamos creer la cantidad que había. Y este fragmento del libro nos parece que
transmite la misma sensación que tuvimos al encontrarnos con millones de
mariposas en el medio del bosque. Nos quedamos en silencio un buen rato
observando una vez más el espectáculo de la naturaleza. En un momento sentimos
un crujido y vimos miles de mariposas que volaban como sobresaltadas. Una rama
se había quebrado a causa del peso. Realmente no podíamos creer lo que
estábamos viendo. No podíamos creer que fueran tantas y que hubieran venido
viajando desde tan lejos.
Sin duda, fue uno de esos momentos que
vamos a recordar para siempre. Cada kilómetro que hacemos, cada lugar nuevo, seguimos
sorprendiéndonos, seguimos descubriendo maravillosas formas de vida, y seguimos
aprendiendo de la naturaleza.
Uno de los tantos murales de San Miguel de Allende! |
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