Desviamos el camino hacia el norte para conocer los
“Fabulosos 5” de Utah, cinco parques nacionales del sur de este estado que
tienen paisajes increíbles, de esos que te dejan con la boca abierta y
sintiéndote que sos una hormiga en esas inmensidades.
Para entrar a los parques nacionales de Estados Unidos, se
puede comprar un pase anual que cuesta U$S 80 y sirve para un auto con hasta 4
personas. Este pase sirve también para los National Monuments y National
Forest. Es válido para entrar y pasar el día, pero no incluye los campings que
hay dentro de los parques.
Queríamos hacer un ranking y ordenarlos por favoritos, pero
no pudimos decidirnos, así que se los contamos en el orden que los recorrimos y
todos contentos. Como siempre, les mostramos algunas fotos para que viajen con
nosotros. En la Kangooneta hay lugar para todos!
Nuestro recorrido por Utah fue medio a las corridas, un día
en cada parque, tipo correcaminos. Sabían que de verdad existen los
correcaminos? No es un animal inventando por el dibujo animado! Lo mejor es que la primera vez que creí ver uno, en realidad
era un pavo y yo feliz sacándole fotos. Cuando vi un correcaminos en serio, no
se quedó quieto para la foto. Si les intriga saber cómo es, lo pueden buscar (en
inglés es Roadrunner)
Arches National Park
Como su nombre lo indica, lo famoso de este parque son sus
arcos de piedra formados naturalmente por la erosión y una de las mejores
vistas es la del Delicate Arch con las montañas nevadas de fondo. Para llegar hasta
allí hay que hacer una caminata de 1 hora mas o menos y la recompensa es la
mejor. Pero no todos son arcos en este parque, también nos llamó poderosamente
la atención el color rojizo de las piedras y el Río Colorado que pasa por uno
de los límites del parque tiene una ruta espectacular que lo va bordeando entre
montañas.
Canyonlands National
Park
Este parque tiene vistas impresionantes de los cañones que
van formando los distintos ríos y fue el lugar donde se grabó la película “127
horas”, basada en un caso real de un chico que se quedó atrapado entre las
piedras y tuvo que sobrevivir al desierto por 5 días. Uno de los lugares más
impresionantes es el llamado cráter, pero no hay ningún volcán allí y no saben
cómo es que se formó. Los colores son hermosos y la teoría más fuerte indica
que en ese lugar cayó un meteorito.
Capitol Reef National
Park
Cuando llegamos a este parque pensábamos que ya iban a ser
todos iguales, porque en general los paisajes se parecen bastante, pero nos
encontramos con un valle fértil gracias a los ríos que pasan por allí. Esto
permite desde hace más de 200 años el cultivo de frutas. Los mormones, pioneros
en esta región, comenzaron a sembrar manzanas, peras, ciruelas, duraznos,
cerezas y distintos tipos de nueces, y hoy el estado continúa con este trabajo
de huerta experimental que funciona para investigaciones de las universidades y
demás. Llegamos 15 días antes de que empiecen las primeras cosechas, pero si
llegás a ir en el verano verano, podés visitar las huertas y comer toda la
fruta que quieras mientras estás en el parque.
Las huertas están rodeadas de montañas que las protegen de
los vientos y de agentes externos, y pudimos llegar hasta lugares tan angostos
que parecía que hubieran cortado la piedra para que pasaran los autos. La noche
de luna llena fue espectacular para disfrutar de una caminata nocturna, sin
linterna claro, desarrollar nuestra visión nocturna y hacer uso de todos
nuestros sentidos para ubicarnos.
Estas fotos las sacamos en una noche de luna llena! |
Bryce Canyon National
Park
Este lugar me llevó a la infancia y a las vacaciones en la
playa. Que tendrá que ver? Bueno, la verdad es que a mí la forma de las
montañas me hizo recordar las pilitas de arena con agua que hacíamos en los
veranos en la costa. Lo vimos desde arriba y después desde abajo, por un
sendero laberíntico que nos hizo apreciar estas montañas bien de cerca, pasando
por varios arcos hechos para acortar camino supongo. Sin duda, podría decir que
fue una de las caminatas más lindas que hicimos en todos estos parques.
Zion
Zion en
hebreo tiene el significado bíblico de tierra prometida. Tal vez por su belleza natural o vaya uno a
saber por qué este lugar fue nombrado así. Dicho esto y con semejante introducción,
creemos que no es necesario mucho detalle. Los días en los parques anteriores
habíamos caminado muchos senderos, nos sentíamos re profesionales y nos
mandamos a caminar un montón. Al final, la pasé mal, no me daban las piernas y
encima no teníamos traje de baño para meternos al río, aunque por lo menos nos
refrescamos un poco a la vuelta.
Lo hermoso de todo esto que estamos viviendo es que terminamos el día
tan pero tan agotados que no tenemos
problemas para dormir. La Kangooneta nos abriga del viento, la lluvia o el frío
y nos acuna para que podamos comenzar un nuevo día recargados de energía. Juntos
seguimos por los caminos de este continente, ahora sí, con la brújula orientada
hacia el norte.
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