jueves, 1 de octubre de 2015

[Alaska] Sargarittukuurgunga, un viaje por una tierra de inmensos horizontes.

Cuando estábamos al norte del Círculo Ártico, en Inuvik (Canadá), leí en una revista acerca de los Inuit, las comunidades que habitan el Ártico, que viven en las tundras del norte de Canadá, Alaska y Groenlandia, más conocidos como esquimales. (Desde ahí escribimos: Noticias desde el Polo Norte).

En la nota me llamó la atención una palabra: “Sargarittukuurgunga”, una palabra tan antigua como su cultura (que tiene más de 10 mil años), que sugiere viajes por una tierra de inmensos horizontes. Me encantó porque la sentí tan representativa de lo que nos estaba pasando, de lo que estábamos viviendo, que no pude evitar escribirla en un papelito y guardarla.




Es muy difícil transmitir toda la información que incorporamos sobre esta región en los casi 20 días que estuvimos recorriendo Alaska, pero a grandes rasgos su historia es esta: Alaska es el estado más grande en superficie de Estados Unidos (aunque tiene muy pocas rutas y las recorrimos casi todas), que se incorporó como tal en 1959, aunque ya había sido comprado a Rusia en 1867 (lo vendieron por falta de dinero y por miedo a que cayera en manos británicas). 
En 1896 se encontró oro en un afluente del Río Yukon, lo que desató la fiebre del oro del Río Klondike (en Canadá, cerca de Dawson City) que se extendió hasta Alaska. La región se hiperpobló durante esos años (de las más de 100.000 personas de todo el mundo que fueron en busca de oro, solo unos 4 mil encontraron), terminando en 1899, cuando prácticamente ya no quedaba más oro. 
En 1968 se encontró petróleo y eso generó un gran crecimiento en la zona. Se construyó un ducto que lleva petróleo desde el Oceano Ártico en Prudhoe Bay hasta Valdez, al sur de Alaska y podríamos decir que hoy esta región vive prácticamente gracias al petróleo. 

Hoy queremos compartir con ustedes nuestro Sargarittukuurgunga por Alaska!




[3275 kilómetros recorridos en Alaska] - Si querés ver la ruta completa del viaje podés hacer click acá.   

Llegada a Alaska por la “Top of the World Highway”

Entramos a Alaska por la frontera del norte, después de recorrer la “Top of the World Highway”, cuya traducción sería “la autopista en la cima del mundo”. Es una ruta que va por la cima de las montañas uniendo Dawson City (Canadá), epicentro de la fiebre del oro del Rio Klondike con Chicken, ya en Alaska. En realidad de autopista no tiene nada, es de tierra aunque bastante bien mantenida, y es una buena introducción para lo que esperábamos de Alaska, un lugar salvaje, solitario y alejado de todo.
Nos sacamos miles de fotos con el cartel, nos abrazamos, reímos, gritamos, y seguimos viaje.  Hacía frío y viento, y queríamos buscar un lugar para acampar por esa noche y brindar con las botellitas de Fernet que teníamos guardadas desde Argentina!


Mucha euforia! La primer foto que nos sacamos con el cartel.

Top of the World Highway

Brindando con Fernet con las botellitas para emergencias que nos regalaron el Cholo y María antes de salir de viaje!
Chicken

No me imagino un pueblo en Argentina que se llame “Pollo”, y la historia de este es bien graciosa. Parece que en la zona abundaban las perdices (Ptarmingan) y le querían poner ese nombre, pero como nadie sabía cómo escribirlo, la simplificaron poniéndole “Chicken”.
Es un mini-pueblo que se fundó por la fiebre del oro, y a pesar de que hoy nadie se va a hacer millonario, hay gente que sobrevive gracias al oro. Para cualquier persona, siguiendo algunas reglas, está permitido buscar oro en determinadas zonas del río. En Chicken se puede ver una de las máquinas que dragaban el río y colaban grandes cantidades de tierra y piedras en busca de oro.


La única calle de Chicken. Población según censo: 7 personas
Distancias a otros lugares del mundo con nombres relacionados con los pollos
Barco que dragaba el río en busca de oro.

Reglas para ir a buscar oro... nos faltaba la palangana, sino todavía estábamos ahí!
Polo Norte (North Pole)

También conocido como la casa de Santa Claus, es una gran atracción para los chicos. Se llama Polo Norte aunque está más de 300 kilómetros al sur del Círculo Artico, donde comienza el Polo Norte. Tiene una tienda de regalos y cosas navideñas, un Papa Noel con el que los chicos (y no tan chicos) se sacan fotos. Meses antes de Navidad reciben miles de cartas de chicos que le mandan a Papa Noel y según dicen, las responden todas. El año que viene les mando a ver si es cierto!




Parque Nacional Denali

El Monte Denali o McKinley, el más alto de América del Norte (6193 metros), es el que le da el nombre a este parque nacional, donde es más probable ver animales salvajes, que la montaña en sí. Su cima suele estar cubierta por nubes, y peor en un día espantoso como nos tocó a nosotros. Pero no nos acobardamos, y nos fuimos de trekking.  La naturaleza nos sorprendió con un alce hembra comiendo dentro de un lago. Horas más tarde, tres machos con sus cuernos se paseaban muy campantes por la tundra del Denali.
Dato de interés: Muy cerca de uno de los límites del parque se encuentra el Magic Bus de Alexander Supertramp. Si querés ir a ver el lugar exacto, hay que hacer una caminata de unos 60 kilómetros ida y vuelta. Pero si no sos tan aventurero, en un bar en Healy podés sacarte la foto con una réplica.


Tratando de divisar el Monte Denali. No tuvimos suerte...
Un alce hembra con su hijito al costado de la ruta.
Alce hembra comiendo en el lago bajo la lluvia
3 alces machos se alimentaban, sobre la tela de una araña. No era así, no?
Nancy Lake State Park

No estaba en nuestros planes pasar un día en un lago, pero era el primer día de sol y calorcito en bastante tiempo y quisimos disfrutar del aire libre. Vimos cisnes! Creo que nunca había visto cisnes en mi vida y no sé si en Argentina hay, y fue increíble.



Cisnes!

Península de Kenai

El camino entre Anchorage y Portage está entre uno de los más lindos que hicimos en todo el viaje, sin duda alguna. Va bordeando el brazo Turnagain de la Ensenada Cook y es simplemente bellísimo.
Esa fue la puerta de entrada para la Península de Kenai, que tiene tantos glaciares, montañas, rodeada de agua por todos lados,  que no sabíamos por dónde empezar.
Mejor, por el principio, no?





Portage

De camino al Glaciar Portage paramos un rato y nos encontramos con un lugar de picnic espectacular, con el glaciar Explorer frente a nuestros ojos y un río que no podía ser más impresionante.





Al llegar al centro de visitantes del Glaciar Portage nos enteramos que la única manera de ver el glaciar desde ahí, era tomando un tour en barco que te lleva hasta al lado del hielo. Hace algunos años se podía ver el glaciar desde la ventana del centro de visitantes, pero con el tema del calentamiento global, todos los glaciares, al igual que en Argentina y en el mundo, han ido retrocediendo. Pero había otra alternativa desde Whittier, haciendo una caminata de 6 kilómetros ida y vuelta para llegar a la orilla del lago y ver el glaciar de frente. A pesar del clima, porque estaba muy nublado, decidimos ir caminando. Poco después de empezar, comenzó a llover y no paró más. Teníamos tanta alegría de estar ahí y ver un glaciar tan de cerca, que se compensaba con el mal humor por el frío y la lluvia. Era la primera vez que veía uno así (que me perdonen mis padres si alguna vez me llevaron a algún glaciar y no lo recuerdo). En el camino, comimos frutos rojos que encontramos salvajes y cantamos enérgicamente para espantar a los osos.





Whittier


Después de la caminata nos cambiamos de ropa y almorzamos de lujo: Unos señores nos habían regalado salmón ahumado pescado por ellos mismos. Nos compramos un queso crema y nos hicimos unos deliciosos canapés! Estábamos en Whittier y queríamos conocerlo. Es un pueblo costero ubicado en un estrecho del Golfo de Alaska, al que se llega por tierra únicamente por un túnel de un solo carril que comparten los autos con el tren, pero llovía tanto que no se veía absolutamente nada. Whittier es famoso por ser puerto al que llegan los cruceros, para hacer tours en barco a distintos glaciares y para ver fauna marina: ballenas, nutrias, leones marinos, focas. 






Esta historia continúa en la segunda entrega de nuestro sargarittukuurgunga por Alaska!

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