miércoles, 22 de enero de 2014

Por las rutas del sur de Colombia


La mayoría de veces somos malos alumnos. Nunca nos estudiamos qué hay para ver en el próximo país al que vamos. Solo conocemos su capital y las ciudades principales y vamos descubriendo las ciudades pequeñas y sus pueblitos a medida que vamos recorriendo. Y a diferencia de lo que podría parecer, nos termina saliendo bien. Como contamos con el elemento sorpresa, conocemos lugares increíbles, alejados y maravillosos.



Llegar a la Laguna de Cocha, cerquita de Pasto, fue no poder creer donde estábamos. La laguna está rodeada de humedales y no hay mucho terreno firme para caminar. Hay un canal que desemboca en la laguna, a lo largo del cual hicieron un camino para que pasen los autos y hay casitas a ambos lados. El canal tiene banderines de colores que lo decoran y a la tardecita, cuando ya no pasan las lanchas, se puede ver el reflejo en el agua. Las casitas son de madera, cada una decorada a su estilo, con flores y plantas. Y el entorno, rodeado de montañas,  hace que la imagen parezca de película.
Los restaurantes se especializan en servir trucha, que se pesca allí mismo. Lo más reconfortante que probamos fue el agua de panela con queso, que nos vino genial para levantar temperatura. Porque si hay algo que no falta en La Cocha es el frío y las nubes.





Pasamos allí 3 días, justo en fin de semana, que es cuando la mayoría de gente va a pasear por estar tan cerca de Pasto. Uno de esos días conocimos a una familia que nos invitó a pasear con ellos en lancha para visitar la Isla de la Corota, que está en el centro de la Laguna, y es una reserva natural de flora y fauna. Más tarde, la misma familia nos invitó a comer trucha.  Con el corazón que no nos entraba en el pecho, no nos alcanzaban las palabras de agradecimiento. Y además de felices, quedamos enloquecidos por lo delicioso de esa comida.




No teníamos pensado ir a Mocoa y menos a la Cascada del Fin del Mundo, pero fuimos y gracias a que no habíamos visto ninguna foto, fue increíble.
Lo que nadie nos advirtió fue que el camino que va de Pasto a Mocoa era tan “de la muerte”. Un camino de cornisa, con puras curvas, obviamente de ripio, que los autos hacen en 4 horas y nosotros hicimos en 7, mientras llovía sin parar todo el viaje. Tuvimos como un deja vu, recordando nuestro viaje a Chulumani, en Bolivia.
Mocoa pertenece al Departamento de Putumayo y se considera amazonía, con su lluvia característica y el calor insoportable.




Para visitar la cascada del fin del mundo hay que hacer una caminata de aproximadamente 1 hora en subida, que a nosotros nos tocó en barro, por todo lo que había llovido. Más que caminando, parecía que estábamos patinando, y no nos queríamos imaginar lo que sería el regreso en bajada. Culipatín asegurado.




Al llegar al río, se debe avanzar en el mismo sentido, y empiezan a aparecer las distintas cascadas, que son cuatro, donde la gente hace clavados, y disfruta del agua fresca para combatir el calor. Avanzando un poco más, teniendo que cruzar el río de una orilla a la otra, trepando por las piedras y lo más increíble, un puente natural de piedra, se llega a LA cascada.
Una caída de 70 metros que se ve desde arriba. Es como si toda el agua que trajera el río desapareciera de repente y si uno se asoma al abismo, se ve hacia donde se va. 
















Una experiencia para no perdérsela, teniendo cuidado con las hormigas congas, que miden 2 cm y si pican es probable que te manden al hospital.

Avanzando un poco más, llegamos a San Agustín. Aunque en el camino nos pasaron dos cositas que no podemos dejar pasar.
Vimos por primera vez al ejército en la ruta, con armas gigantes, trincheras y camiones que parecían tanques de guerra. Mucho miedo, pero la gente dice que eso les da seguridad. Nosotros no creemos poder acostumbrarnos a eso. No sacamos fotos porque nos daba cosita.
También llegamos un minuto después de que un auto había chocado en el camino. El conductor se había quedado dormido y la esposa iba sin cinturón de seguridad y se había lastimado la cabeza feo. Me tocó usar por primera vez en el viaje el botiquín de primeros auxilios, y por primera vez en la vida mis conocimientos de primeros auxilios que adquirí en la Cruz Roja.

En San Agustín estuvimos en el Parque Arqueológico conociendo un poco de las culturas que habitaron esta región entre 3300 A.C. hasta 1500 D.C.
El mayor legado que dejaron fueron esculturas talladas en piedra, las que generalmente era colocadas custodiando alguna tumba. Las hay de diversos tamaños, representando distintos personajes según las interpretaciones científicas. Se cree que todas estaban coloreadas pero el paso del tiempo lo fue borrando. Estas esculturas están concentradas en el Parque Arqueológico, pero también están dispersas por distintas áreas en las montañas, por lo que se interpreta que había grandes poblaciones.

En el centro una figura masculina, pues tiene pene y dos guerreros custodiando.

Una figura femenina con dientes de animal sosteniendo un bebé.

Representa un nacimiento.

Grano de maíz con cara y dientes de felino
Águila con serpiente 


Una de las pocas tapas de tumbas que dejaron los saqueadores.
Figura "el doble yo", relacionada con la teoria del psicoanálisis: Ello, Yo y Superyo

Por la región también visitamos el “Estrecho del Río Magdalena”. Este río, que nace en el macizo colombiano, se hace muy angosto en una parte alcanzando los 2,20 mt y volviéndose muy turbulento. Atraviesa todo Colombia desembocando en Barranquilla, en la costa del Caribe, luego de recorrer 1500 kilómetros.









 Otro lugar digno de visitar es el Salto de Bordones, una cascada de 400 metros de altura, la 3era más alta de América. Se ubica cerca del poblado de Isnos, una región que hasta hace poco se denominaba “zona roja”, por la presencia de la guerrilla. Actualmente se la puede visitar sin ningún problema.




De Isnos, nos fuimos para Popayán, una vez más eligiendo una ruta en malas condiciones, pero eso es parte de otra historia.







Ver Indicaciones de ruta en coche para Popayán - Cauca, Colombia en un mapa más grande

10 comentarios:

  1. Gracias por seguir transmitiendo tan hermoso viaje !!!

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    1. Gracias a vos por estar ahí siempre! Nos estamos poniendo al día! Saludos viajeros!

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  2. Muy buenas fotos para estos paisajes... Mil gracias

    Que el espíritu de aventura sea el combustible para seguir con este sueño…

    Saludos desde Bogotá :)

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  3. hola que gustito rico habra tenido la trucha.hay fotos muy bellas dignas de una exivision.gracias por compartir sus vivencias. papa jorge.

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  4. Bellíiiiiiisimo TODO....Claro que al leer lo que cuentan de los caminos difíciles que atraviesan, mi piel se eriza!!! El saber que están "bien" (que sortearon esos "escollos") y verlos en estas hermosas fotos, me devuelve la PAZ y la ALEGRIA!!!!!!!
    Que bueno que pudieron asistir a esa pareja! Lo que se estudia y se Vive, siempre les va a sumar en sus vidas.
    Besos y abrazos...(mami, Mirta)

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  5. no sacaron la foto cuando gavi estaba cosinando

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  6. gracias por compartir con nosotros, esta hermosa experiencia que estan viviendo......los acompañamos desde acá con nuestras oraciones......para que dios los siga acompañanando ........

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  7. Siempre es un placer y algo impresionante conocer personas con ese hermoso espíritu de aventura! Batán con Dios.

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  8. gracias por visitar mocoa putumayo, los invitamos a ver www.ecoturismoputumayo.com

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