miércoles, 15 de enero de 2014

Que viva el Carnaval de Negros y Blancos!


Pasamos Navidad en Otavalo, Ecuador, y tomamos la decisión de pasar Año Nuevo en Cali, Colombia, para lo que teníamos que cruzar la frontera y viajar 3 días seguidos para llegar. Pero como siempre rompemos con los planes, nada de eso pasó.
Cruzamos la frontera el 27 de diciembre, luego de 5 horas de trámites y mucha burocracia, por lo que decidimos pasar la noche en Ipiales.



Un amigo nos pasó el contacto de su primo, que vive allí, a quien fuimos a ver y al rato de conversar ya estábamos probando el Aguardiente. Cada Departamento (Provincia) de Colombia tiene el suyo, algunos son anisados, otros son de hierbas, mas o menos amargos, pero todos, absolutamente todos, son fuertísimos!

La visita obligada de Ipiales es el Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas, una Catedral construida en un lugar geográficamente inimaginable.






 El 28 de diciembre, día de los Inocentes, se acostumbra hacer guerra de agua, todos contra todos. Hasta la policía tira y recibe bombas de agua, y los bomberos a manguerazos con el camión hidrante. Una batalla campal. Obviamente, no conocíamos esta costumbre, y lo descubrimos cuando un baldazo de agua entró a toda velocidad por la ventanilla (que estaba baja). Ahora, poniéndonos serios, nos pareció divertido, pero sufrimos viendo la cantidad de agua que se desperdicia. Nos contaron que hay algunos lugares en los que se está intentando eliminar esta tradición, pero es muy difícil porque está muy arraigada en la cultura.


Los días siguientes conocimos una familia de Pasto que nos invitó a pasar el Año Nuevo con ellos, y nos terminaron de convencer para quedarnos al Carnaval de Negros y Blancos. Pero no nos adelantemos, que el 31 hay una tradición buenísima, que en Argentina se ve muy poco.
Toda familia tiene un muñeco que se conoce como “el Año Viejo”. Algunas lo pasean orgullosas en el auto, otras lo exponen en la puerta de las casas o negocios y en los pueblitos los graciosos los andan robando e intercambiando por otros.
En el Año Viejo se ponen todas las intenciones y deseos de lo que se quiere dejar atrás, olvidar, y en el cambio de año se lo prende fuego, mientras se brinda y se le da la bienvenida al nuevo año.









 El 1º de enero no se hace nada porque es el día del guayabo (resaca).

Y ahora sí, empezó el Carnaval!
La población de Pasto se duplica, los vendedores de Carioca (nieve loca) están a la orden del día, y todos están pendientes de los festejos, no solo en la Senda del Carnaval (recorrido de los desfiles) sino también de los eventos de música, teatro,  y humor. En la semana que dura el Carnaval, cualquiera puede tirarte espuma y mientras peor cara pongas, más te van a tirar. Así que si no te gusta, mejor no salgas de tu casa. Y si vas en el auto, cuidado con dejar los vidrios bajos.





El 2 de enero es el Desfile de Colonias de los distintos municipios de Nariño.
Ese mismo día aprovechamos para visitar los talleres que trabajan en las carrozas más importantes para el Desfile Magno. Es un trabajo artesanal y muy reconocido. Y lo que más nos llamó la atención es que faltaban 4 días para el desfile y parecían estar muy atrasados. Pero no, llegaron a tiempo. Buen laburo!









En uno de los talleres conocimos a un grupo de niños que estaban terminando sus trajes para el Carnavalito, que es uno de los desfiles del 3 de enero. Allí participan los niños mostrando su creatividad. No por nada cuando llegan a adultos los artesanos son tan buenos.
Estos niños nos alegraron la tarde y nos quedamos conversando un largo rato. Nos haca﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽de chiquitos estlos dede y nos quedamos conversando un largo rato. Nos hacson tan buenos. Si desde chiquitos estlos deían preguntas de gente adulta y entre risas y cantos nos contaron que el tema elegido para el desfile era “El Café”, que está presente en todas las circunstancias de la vida.










Ese mismo día pero en la tarde, se realiza el desfile de Colectivos Coreográficos, donde participan varios grupos de danzantes andinos. Quienes quedan en 1º y 2º lugar, vuelven a presentarse en el Desfile Magno.












El 4 de enero es el Desfile de la Familia Castañeda. Lleva este nombre porque en el año 1928, mientras se estaba celebrando el Carnaval, esta familia llega a vivir a Pasto y se incorporaron a los desfiles con todos los elementos de la mudanza.













El 5 de enero se celebra el “Día de los Negros”. En la época de la Colonia, los esclavos africanos tenían sólo este día al año para celebrar. De allí la tradición de que este día todos nos pintamos de negro. Algunas personas llevan cosméticos negros y piden permiso para pintarte: Una pintica, por favor! No podés negarte.
Otros, en cambio, lo hacen con un poco mas de maldad y sin pedir permiso.



Llegó el último día, el que todos estaban esperando, el 6 de enero: “Día de los Blancos” y del Desfile Magno. Algunas personas pasan la noche guardando los lugares para poder tener buena vista de las carrozas. Mientras se disfruta del desfile, la gente se divierte tirándose espuma y talco. Nadie se salva, ni siquiera la policía. Y los bailarines van animando al público gritando: Que viva Pasto carajo! Que viva el Carnaval!










































Y así se pasó una semana que nunca nos habíamos imaginado, entre desfiles, nuevos amigos, asados en familia, charlas y mucha risa. No nos queda más que agradecer por tanta buena onda.
Una vez más tuvimos que decir hasta luego, pero sepan que los vamos a recordar siempre, así como lo hacemos con toda la buena gente que compartimos grandes momentos.



3 comentarios:

  1. Hermoso carnaval,fotos frescas,que linda pareja,besos papa jorge...

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  2. REALMENTE SORPRENDIDO DE ESTE VIAJE ,LOS FELICITO QUE TODO SIGA BIEN JORGE DE VICTORIA BS AS

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  3. Que coloridas!!! Divinas fotos, exitos en el resto del viaje! Saludos desde Zarate, Bs As.

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