Te quiero hasta Alaska: Post fotográfico de San Miguel de Allende

Algunas ciudades podrían recorrerse en tan solo uno o dos días, pero a veces, en algunas de ellas nos quedamos pegados y no nos podemos ir. Estos nos pasó en San Miguel de Allende, y muchos podrían preguntarnos qué hicimos tanto tiempo ahí. La verdad es que no sabemos cómo se nos pasaron casi dos semanas en este pequeño pueblo, pero si sabemos que la gente del lugar siempre influye en que nos quedemos más de lo pensado, así como otros viajeros que la vida nos pone en el camino. En este caso, compartimos todo este maravilloso tiempo con Agus, Naty y Cata, que vienen bajando desde Estados Unidos. Nos divertimos mucho cocinando, salíamos a tomar mates a la plaza y a caminar por las coloridas callecitas. Cata era la reina y nos tenía a todos embobados. Tiene un año y medio y aún no se aprendió los nombres de sus papás, pero estaba loca con Gaby y todo el tiempo decía: Abyyyyy!!!

La idea de este post, más que contarles acerca de esta ciudad/pueblo, es mostrárselas en imágenes, especialmente sus murales que se encuentran por toda la ciudad.

En la foto estamos con Agus, Naty, Cata y Ema, un nuevo amigo mexicano que vivió en Argentina. Una tarde nos sorprendió con tereré hecho en un pomelo (toronja) y con alfajores Guaymallen!

La enana no podía creer tener un perro al lado en vivo y en directo y lo volvió loco!

Todas las tardes nos sentábamos en el zócalo (plaza central), con esta vista de fondo, a tomar unos mates, charlar mucho y disfrutar de ver la gente pasar. No parece que estuvieramos en Disney? :D

Así se veían los atardeceres en San Miguel de Allende.

Querés un sombrero?

La mayoría de los balcones se veían así. Puertas de madera, marcos de piedra, arte talavera en las macetas y muchas plantas.

Los lavaderos son piletas para lavar la ropa que están a disposición del pueblo. El agua se irriga a través del río, por lo que nunca falta. Allí también lavamos nuestra ropa! Algo genial y no muy común cuando viajamos!

San Miguel se llenó de estadounidenses que se van a vivir allí cuando se jubilan. Los precios de las casas y los terrenos fueron subiendo muchísimo año a año. Hay ferias orgánicas y galerías de arte por doquier. En la foto se los ve tomando clases de pintura en el zócalo.

No necesita mucha explicación. Somos divas y punto! Je

Los desagües de los techos tienen forma de animales: peces, cabras, cerdos y muchos más.

El pozole es una sopa o guiso típica de mexico hecha a base de maíz y carne en una base o caldo con varios tipos de chiles. Infaltables!

No podíamos dejar de mirar y admirar los murales!

Volviendo del mercado una avispa se posó en nuestra piña!

Cielito Lindo 17, era la calle y número que nos hospedaba. No podemos dejar de agradecer a los vecinos de la cuadra, especialmente a Juan Carlos y su familia por todas las atenciones que tuvieron con nosotros!

Y para no extrañar las costumbres argentinas, salieron unas riquísimas pizzas con cerveza.

En San Miguel no faltaban los festejos de todo tipo. Una festividad religiosa mezclada con tradiciones ancestrales en tres días de interminables desfiles y música.