domingo, 14 de junio de 2015

Cuatro días en la vida nunca vienen nada mal

Y cuatro días en New México tampoco nos vinieron nada mal, porque aunque pocos fueron muy intensos y bastante ocupados. Últimamente nos pasa que nos estamos olvidando de los lugares a los que vamos, o cuando es que fuimos, o que hicimos un día a la mañana, o donde dormimos. Esperamos que solo tenga que ver con esto de estar metiéndole pata al viaje.



Entramos a este estado desde Texas por la autopista que hoy reemplaza a la Ruta 66. Intentamos ir buscando pueblos o carteles con reminiscencias del pasado, pero casi no hay y nos fue difícil encontrarlos, a pesar de que nos salíamos de la autopista para entrar a cada pueblo.




Nos desviamos de la ruta principal que atraviesa el estado de este a oeste para subir un poco hacia el norte y llegar a Las Vegas! No el de Nevada, el famoso de los casinos y la lujuria, sino el otro Las Vegas, un pueblito semi abandonado, con varias tiendas de antigüedades, un hotel antiguo que alojó al famoso Billy the Kid, una plaza muy pintoresca y no mucho más. Era uno de los primeros pueblos en los que estábamos, donde había alma de pueblo, estaba como adormecido. Tal vez era el frio, aunque estábamos en altura y en invierno suele nevar (a nosotros nos tocó agua nieve un rato), pero parecía que todos se hubieran mudado a las grandes ciudades, y los negocios hubieran quedado así tal cual los dejaron.



Avanzamos rumbo a Santa Fé, y seguíamos con mucho frío, por lo que subir a los bosques para conocer las cimas donde están las pistas de Ski no era un plan muy tentador. Intentamos buscar refugio en un camping que tenía cabinas (cabañas) además de lugares para acampar, pero salimos espantados con los precios. En eso apareció Cristina, una española que estaba quedándose en el camping y nos invitó a su motor home a tomar un té. Lo bueno de viajar en un motor home o un vehículo que te permite estar adentro pasando el rato es que podes refugiarte del frío y de la lluvia. Ese té y la charla fueron justo lo que necesitábamos. Nos invitaron a quedarnos a pasar la noche ahí, y aceptamos! Cristina y Jamie, de Estados Unidos, se conocieron en Argentina cuando él daba la vuelta al mundo en una bicicleta doble invitando a la gente a viajar un rato con él. Cuentan que él la invitó a ella a pedalear 19 km y se quedaron juntos 19 días. Hoy, 5 años después, siguen juntos, tienen dos hijos y viajan promocionando el libro de Jamie: “A bicycle built for two billion”

A la mañana siguiente, la tormenta ya había pasado y de a poco los días iban a ir empezando a levantar temperatura. Así que retrocedimos un poco para visitar Pecos National Historic Park, un parque con ruinas de civilizaciones antiguas y montañas nevadas de fondo. El paisaje se iba poniendo bueno. Recorrimos el centro histórico de Santa Fe, con su iglesia española que recuerda a los primeros europeos que dominaron esta región y muchos restaurantes y cafeterías muy pintorescas.



Y seguimos, ya vamos por el tercer día. Viajamos atravesando la capital del estado, Albuquerque, bien desértica y tal cual como la ves en Breaking Bad, pero no entramos a conocerla. Cada vez que veíamos un auto al costado de la ruta o gente en el medio de la nada en actitud sospechosa, nos sentíamos que estábamos presenciando un capítulo de esta serie. No estuvo bueno para nada.

Y volvió la tormenta otra vez. Mucho viento, lluvia y frío, y nos hizo detenernos antes de llegar al destino planeado. Eran las 4 de la tarde, y aún teníamos casi otras 4 horas antes de que anocheciera, pero igual nos quedamos en una estación de servicio a pasar la noche, para continuar a dos lugares hermosos que nos recomendaron.
Los National Monuments “El Malpaís” y “El Morro” fueron paisajes que no esperábamos encontrar acá. En El Malpaís caminamos entre cuevas formadas por la erupción del Volcán Bandera hace miles de años, rodeados de  bosques de pinos.







Y nos despedimos de New Mexico en el Morro, una montaña de piedra en la que hicimos una caminata para subir hasta la cima y admirar el paisaje en 360°.





Nos quedaron muchos lugares por descubrir. Tal vez el clima no ayudó, o tal vez nos guiaron nuestras ansias por seguir avanzando cada día un poquito más. 


2 comentarios:

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