Reflexiones antes de Alaska, escritas en una noche de sol

Despido a Flor con un beso, se da media vuelta y supongo que sus ojos se cierran hasta el próximo día.

Tal vez yo tendría que hacer lo mismo, hoy fue uno de esos días agotadores pero hermosos a la vez, de esos en lo que aprendemos algo más.

En ciertas ocasiones se dificulta dormir, muchas veces porque estamos en un lugar ruidoso o porque nos sentimos inseguros en el lugar que estamos.

Pero esta vez es totalmente distinto. Solo se escucha cada tanto el sonido de algún ave y la quietud del río que corre a nuestro lado nos transmite mucha paz.

En realidad, esto es algo que viene sucediendo hace unas semanas.

Me veo interrumpido porque a Flor le incomoda el ruido en el teclado mientras  escribo. Estás son las cosas que suceden cuando uno vive en un pequeño auto: nuestro escritorio es sobre la misma cama en la que dormimos. Dicen que no esta bien dormir en donde hay artefactos electrónicos. A veces hay que poner las cosas en la balanza, y si, ahí volvemos a comprobar que preferimos seguir viajando.

Que estaba escribiendo? Ah, si, les quería contar que lo que me viene sucediendo se agravó estos días. Voy a ir al grano: no puedo dormirrrrrr!!!! Y claro, como voy a dormir si siendo las 12 de la noche, en realidad de la tarde, entra tanta luz por nuestra ventana que es imposible? Para que se den una idea, afuera hay la misma cantidad de luz que veíamos en Tulum, México, a las 16 hs. Todavía no atardeció!

Esta foto la sacamos a la 1.30 am!!!

Es esa dualidad de amor-odio. Me molesta estar tan cansado y no poder dormir. Soy de esos que se despierta con los primeros rayos de luz. Pero es tanta la felicidad por estar 200km al norte del Círculo Ártico que dejo de quejarme por no dormir. Aunque debo confesar que hace dos semanas que nos sentimos un poco abobados por tanta luz.

Se dieron cuenta de eso? Estamos muy al norte! Muy lejos de nuestro querido país!! De verdad que nunca pensamos que íbamos a llegar hasta Inuvik, el pueblo más al norte de Canadá que se llega por ruta!

En realidad parece que varios se dieron cuenta lo cerca que estamos de Alaska.

``Que felicidad chicos´´ ``Ya llegan´´ ``Que bueno, que cerca están de la meta´´ ``Felicidades´´

Nos hace sentir muy bien que tanta gente se alegre tanto por nosotros.

PERO, nosotros no nos sentimos como que estamos finalizando un sueño.

Será porque aunque a Flor le dije ``Te quiero hasta Alaska´´, nuestro sueño no es llegar? Será porque nuestro sueño fue realidad el día que partimos de viaje o el día en que empezamos a sentirnos libres y a disfrutar al máximo de lo que realmente nos gusta? O porque nos costó tanto llegar hasta acá, viviendo el día a día en 20 países? O porque después de Alaska el viaje continúa?

A veces uno mide lo que ha recorrido en kilómetros, sería muy fácil decir que van más de 60 mil km. Pero lo que se nos hace difícil es contar todos esos momentos de plena felicidad, esos momentos en que en nuestra cara no entraba la sonrisa. Y es ahí, cuando decimos, PUCHA, QUE LINDA VIDA!

Obviamente en estos tantos kilómetros y más de dos años viajando ( si, viajando, de pleno movimiento) por supuesto que tuvimos momentos tristes, noticias que te tiran el corazón al piso y casi hasta te lo aprietan contra el asfalto caliente.

Pero por suerte esas cositas las podemos contar con los dedos de las manos. O tal vez tuvimos más cosas malas, pero tenemos esa linda ventaja, casi que no nos acordamos de los malos sucesos.

Y tal vez si sea porque estamos por llegar a ``la meta´´, estos últimos días estamos recordando mucho a la gente que nos dio el camino, esa gente increíble que conocimos. Gente que nos ayudó, gente que nos dejo una enseñanza y gente hermosa a la que tenemos ganas de volver a ver.

En nuestras retinas se imprimieron imágenes fascinantes, pero en nuestro corazón queda grabada la gente!

Sépanlo, si un día nos cruzamos, y nos piden que le contemos algún anécdota, nos van tener que tapar la boca para que dejemos de hablar porque tenemos mucho para contar.